Gracias por tu donación de sangre

Primero tenía hambre, luego nauseas, mi familia y yo estábamos de vacaciones en el norte y discutíamos qué tipo de música pondríamos en la camioneta; la enfermera gritaba ¡Despierta! ¡Despierta! ¡Tranqüila! ¡Tranqüila!
Y, en la camilla, como ya me habían dado leche con chocolate y galletitas de Animalitos-Microorganismos, me dieron un jugo YUZ.

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