Primer no-día en el no tan fascinante mundo de la educación superior

Semanas después de recibir una carta que me citaba hoy a las 9 de la mañana en la "facultad", desperté temprano, no muy animada, paranoica y relativamente dispuesta a pensar un poco. (Porque luego de un mes de no pensar es difícil volver a hacerlo...bueno, no tanto, es que estoy cansada de hacer nada)
Como niña puntual que soy, llegué a las 8:45 y me puse a conversar con ex-compañero de curso que, aunque quedó en otra sección, de todas formas le tocaba hoy ir a esta suerte de "jornada introductoria a la universidad" (o algo así, se entiende). Nos traumamos cuando comenzamos a percibir un exceso de organización por parte de unos niños que se veían mucho más universitarios que nosotros y que llevaban poleras con el clásico loguito y una cita que decía más o menos "Es difícil ser humildes...cuando somos los mejores".
Minutos más tarde llegaron señores que se veían más grandes y nos hicieron pasar a las salas donde nos dieron papelitos para pegarnos con los nombres (que realmente fueron útiles, aunque cada vez que se referían a mí por mi nombre me extrañaba que lo supiesen, hasta que me acostumbré) y unos números porque subdividían a las secciones en grupos.
Salimos de ahí camino a el laboratorio de sólidos si recuerdo bien, donde un señor bien serio nos dijo que debíamos construir una estructura de 40 cms que soportara el peso de un vaso con arena, además tenía que resistir un sismo (que simulaban con una maquina bien entretenida, subieron a un niño ahí y la probaron, creo que ahí murió la ingeniería como yo la conocía) lo raro fue cuando llegamos a la mesa y nos encontramos con un paquete de tallarines ¿Ustedes creen que empezamos a trabajar seriamente en éso? Niño que era compañero de preu, se dedicó a dar vuelta la colafría (que era bastante) sobre los tallarines, el proyecto inicial que tuvimos fue mutando en la marcha, resultó algo amorfo...pero era original. Porque no sé cómo todas las estructuras eran iguales, miedo.
Luego de probar nuestra estructura, que por la acción de alguna fuerza divina no se rompió y no sacó el último lugar, además de no ser calificada como "estructura no estructural" por el profesor (de hecho después podíamos tomarla por el vaso y resistía el peso de toda la misma) fuimos a los laboratorios de computación que eran lentísimos y me traumaron, aunque no tanto como los juegos que los siguieron que me dejaron más molida de lo que estaba (odiemos al ácido láctico, por favor)
Ya eran como las 2 de la tarde cuando almorzamos, en un casino ultra moderno con aires de serie gringa o algo parecido cuando todo cambió.
Empezaron a circular unos cds, con...música. El problema era que ellos pretendían que nosotros bailáramos esa música.
De todas formas igual teníamos derecho a elegir, entre dos canciones, pero elegir al fin. Si recuerdo bien el cd tenía "let's get retarded" (ni idea si se escribe así) y "Laura, se te ve la tanga" (que sí se escribe así, en teoría), bailando nosotros esta última, porque la otra era como para coreografía "en serio" y nosotros no concordábamos ni con la parte de coreografía ni con el "en serio".
A esas alturas ya no estábamos aburriendo del asunto, queríamos salir y volver a hacer nada, pero...¿Cómo nos vamos a ir sin terminar el adorable desafío tecnológico?
Nos dieron distintas tareas, la nuestra era construir un robot y programarlo; cosa que sonaba tan...científica hasta que vimos que el robot era de lego y la programación era con dibujitos practicamente (de todas formas niño del grupo acaparó pc y no me dejó ni sugerirle la forma de hacerlo, osea me dejó pero me ignoró así que me enojé y recurrí a sociabilizar)
Y esa fue mi vida, no comentaré como nos miramos cuando el decano vino a hablar con nosotros porque andabamos conversando y nuestra "obra de arte en tallarines y colafría" se encontraba al centro del círculo; tampoco de como teniendo mapa y todo me perdí camino a la oficina de mi padre, ni tampoco como mis padres me miraron con cara de "¿Y a eso vas a la universidad?"

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