Querido Diario

Soy de la idea de que no importa mucho si colapsas y tienes una crisis nerviosa si es que esto no se ve directamente reflejado en tu trabajo: eres capaz de asumir que fallaste por algunos segundos y luego seguiste adelante.

En menos de 14 horas doy el examen de grado de mi tesis de magíster y estoy en un estado de semi-colapso en el que quiero gruñirle a cualquier ente que se cruce en mi camino (toallas, puertas, enchufes, lo normal). Es entonces cuando mi señor marido esposo, el que me consolaba el Domingo en mi colapso académico decide hacer el mega table flip e irse a dormir dejándome preocupada de cosas... no académicas.

Porque cuando los hombres defienden le piden el terno y la corbata al papáhermanoprimo y listo; las mujeres somos tan weonas, que el vestidito y los zapatitos son tema. Así que mientras mi versión masculina (en un universo alterno donde soy hombre, e ingeniería es una carrera súper femenina) está raja durmiendo, aquí estoy yo, depilándome, haciendo un bolso con el maquillaje que ocuparé mañana y todas esas cosas.

Y en estos momentos de colapso, todo lo que puede salir mal, saldrá mal. Y es también el momento cuando descubres que la fuerza sobre-natural que tienen las mamás para salvar a sus hijos aplastados por autos, también aplican a estudiantes de post-grado desesperadas por tener las piernas libres de pelo al defender La Tesis.

Y esa fue la historia de cómo logré mover una cama con Carlos durmiendo sobre ella para enchufar una depiladora.

Fin.

Ahora sí que sí, leo dos papers más y al tuto.

2 thoughts on “Querido Diario

Alexis dijo...

:)...

Como me hiciste reír, te perdono el no avisarme :p

Zaki dijo...

Yay :D que bueno :P

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