¿Oveja negra?

Sentados todos en la mesa, sigo sin entender por qué comemos más tacos que empanadas de pino o sopaipillas. Mi hermana comenta que se siente desganada mientras me pide la lechuga. Madre le pregunta por qué.
Ni idea de cuanto tiempo tomó, pero tiempo después ya hablaban de que mi hermana iba a hacer la confirmación (aunque ella lo sugirió de todas formas en cierto grado) y que la menor iba a empezar catequesis en dos semanas más.
¿Y yo? Nada.
¿Oveja negra? Hace un año me preguntaron si me iba a confirmar y dije que no. Porque no me siento atraída demasiado a la religión, no siento que tenga que hacer algo en especial para reafirmar mi fé, porque es mi fé, mía, y al confirmarme siento más que le pruebo al resto lo que siento en vez de hacerlo conmigo misma.
Me respondieron algo como "Está bien que no quieras hacerlo, aún", y empezó a ser levemente extraño.
Ahora con esa conversación la paranoia reivivió, me pregunto si estarán pensando que yo alguno de estos días voy a decir "Oh mami, quiero ir a misa y a confirmarme" porque si esperan eso realmente soy la oveja negra.

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