Nunca pensé que sería tan difícil encontrar algo que no fuese peludo, rosado, ni extremadamente acolchado, o que gritara "mírame ¡Las parkas están de moda!"
Mientras caminaba acompañada de mi madre, que se esforzaba por mostrarme constamente cosas que sabía que no me gustaban. Me iba sintiendo cada vez peor. El no haber dormido, dolor de cabeza, y el hambre por no haber tomado desayuno.
Para rematar se me ocurre quejarme en voz alta, a lo que mi madre responde:
- Natalia, no me vengas con excusas. Hace muchísimo tiempo que no logro sacarte a comprar ropa y ahora me dices que te duele la cabeza.
- ¡Pero no es una excusa! ¡Es verdad!
Minutos después, nos atendió una señora ultra hiper rubia con una sonrisa tan artificial que me dio más miedo que ganas de comprar algo. Hizo la pregunta mágica
- ¿La ayudo en algo?
A lo que madre saltó, literalmente, respondiendo
- ¡Sí! Ayúdela por favor ¡Ayúdela!
Acto seguido estaba en la caja pagando un impermeable (lo más "clásico" que tenían) sin pelos, ni ojos...ni rosado.
- Natalia, no sé que tanto color le pones. Si igual todo te queda bien.
- Sí, mami.
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